Espacios coworking: la modalidad que está cambiando la forma de trabajar

Coworking: una modalidad que cobra fuerza

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Hace poco las personas se extrañaban al escuchar el término coworking y preguntaban de qué se trataba. Sin embargo, con la llegada del COVID y el cambio en la forma de trabajo, este concepto ha cobrado mucha fuerza.

En conjunto con el teletrabajo ambas han llegado para imponerse en todos los sectores económicos. Incluso, en aquellos que consideraban imposible trabajar desde un lugar diferente a sus oficinas.

Pero las consecuencias de la pandemia han obligado a cambiar la forma de trabajar. Entonces, emprendedores, autónomos, pymes y grandes empresas han adoptado el coworking y el teletrabajo como la mejor oportunidad para mantenerse rentables.

En este post veremos por qué se trata de una modalidad que cobra fuerza tras el COVID.

¿Qué es el coworking?

Actualmente el coworking dejó de ser un movimiento, con probabilidades de éxito, para convertirse en una industria masiva en crecimiento. A tal punto, que es el inquilino más grande en ciudades como New York, Madrid y Barcelona.

El coworking es un conglomerado de oficinas compartidas en las que profesionales de distintos sectores económicos trabajan compartiendo el espacio. En el que, sin restricciones, pueden desarrollar de forma eficaz todo su trabajo.

Es decir, arquitectos, consultores, periodistas, redactores web y programadores trabajan juntos en una misma oficina. Además, disfrutan de todas las comodidades y zonas disponibles, y solo pagan una tarifa mensual por concepto de alquiler.

Pero esta modalidad no incluye solo a profesionales, emprendedores y autónomos. Pequeñas, medianas y grandes empresas de sectores relacionados comparten una misma oficina para nutrirse entre ellas, y abaratar los costos.

“El coworking ha sido adoptado principalmente por profesionales de internet, diseñadores, programadores, escritores y hasta periodistas, pero pequeñas, medianas y hasta grandes empresas también lo están haciendo.”

Ahora bien, existen dudas sobre si el teletrabajo es igual de eficaz. La respuesta es no. La gran diferencia está en que el coworking:

● Tiene la figura del gestor. Responsable de gestionar gastos de alquiler, de luz, de agua, de internet, mantenimiento, aseo, adecuación de los espacios, incidencias y más.

● Conecta y crea espacios para que las personas se conozcan mejor, tengan confianza y se generen dinámicas de colaboración entre ellas.

● Crea redes de contactos y oportunidades de negocio que son constantes, sostenibles y rentables.

Tipos de oficinas

Las oficinas de coworking están especialmente diseñadas y adaptadas para ofrecer áreas de trabajo amplias, cómodas y bien iluminadas. Además, contar con internet y todos los servicios para trabajar y concretar negocios exitosamente.

En estos espacios, empresas, profesionales, emprendedores y autónomos pueden permanecer cómodamente con sus equipos de escritorio o portátiles. Y, al mismo tiempo, atender a sus clientes, proveedores y socios de manera profesional.

Existen 3 modalidades de espacios compartidos para coworking. Veamos a continuación cuáles son:

  1. Ubicaciones flexibles. Se trata de la opción más económica en estos espacios. Quienes escogen esta opción pueden llevar un ordenador portátil y ubicarse en un lugar libre y habilitado en el área de trabajo. Adicionalmente, tienen permitido acceder al resto de las áreas e instalaciones comunes durante su permanencia en la oficina.
  2. Ubicaciones fijas. Esta opción reserva el espacio para uso exclusivo de un profesional, autónomo, emprendedor o empresa. Así, a pesar de estar en un espacio compartido, pueden personalizar el área de trabajo de acuerdo a sus necesidades. Adicionalmente, pueden guardar sus materiales y equipos de trabajo con total seguridad. Por supuesto, el costo de esta modalidad es superior al flexible.
  3. Ubicación privada o despacho. Son secciones privadas dentro de un edificio, piso u oficina. Estas ubicaciones ofrecen mayor formalidad, privacidad, están restringidas al resto de los miembros y sólo permiten el acceso mediante llave o identificación. Sin embargo, comparte zonas comunes y equipamiento con el resto de los coworking. Para fomentar la socialización, las relaciones, la confianza y las oportunidades de negocio. Obviamente, su costo es superior a las modalidades anteriores.

“Elegir el tipo de ubicación en espacios de coworking depende de las necesidades particulares de cada tipo de trabajo y las comodidades que quieran disfrutar.”

Coworking: tipos de oficina

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El coworking en Colombia

Colombia no está ajena a esta modalidad que a diario cobra fuerza en todo el mundo y es tendencia. Además, es rentable, funcional e ideal para adoptar nuevas formas de trabajo, de relacionarse y emprender nuevos negocios.

Se estima que existen al menos 53 lugares acondicionados para el coworking solo en Bogotá. Esta cifra asciende a unos 122 establecimientos en Colombia y continúa con buenas proyecciones de crecimiento.

En este contexto, el modelo tradicional de trabajo en oficinas exclusivas muestra una marcada disminución. En contraste, la oferta de espacios de trabajo compartido visualiza un crecimiento y un gran dinamismo en las principales capitales del país.

El coworking en Colombia se está convirtiendo incluso en centros de operación de multinacionales como Latam. Una empresa que ya trasladó, al menos, a 150 de sus empleados a WeWork, una compañía líder en espacios de trabajo compartidos.

Esto representa una excelente oportunidad para las empresas del sector inmobiliario que buscan nuevos nichos de negocio. Apalancados en software especializado, pueden rentabilizar esta modalidad que es tendencia y sustentable.

Ventajas del coworking vs. oficina

Un espacio de coworking ofrece áreas amplias y cómodas para trabajar, así como instalaciones que encajan perfectamente con muchos modelos de negocio. Además fomentan dinámicas innovadoras y distintas a las de una oficina tradicional.

A continuación, exponemos 10 ventajas de los espacios de trabajo compartidos frente a las oficinas tradicionales:

1. Inversión inicial

Las oficinas tradicionales exigen de una inversión económica inicial, que puede llegar a ser cuantiosa, para equipar y adaptar el espacio.

En un coworking solo es necesario pagar el alquiler según el espacio requerido y la modalidad.

2. Mejor control de costos

En los espacios compartidos no es necesario preocuparse por el pago de servicios como agua, Internet, luz, incidencias y demás. El gestor es el responsable de hacerlo.

3. Flexibilidad en la duración de los contratos y en los espacios

En las oficinas tradicionales los contratos tienen una duración determinada, sin ningún tipo de flexibilidad. En el coworking esto es diferente y no sucede.

Los espacios compartidos ofrecen la posibilidad de aumentar o reducir el área de trabajo en función de las necesidades del coworker. Por ejemplo, aumentar puestos de trabajo o contratar más espacios privados.

4. Sinergia profesional

El coworking facilita la interacción constante con personas nuevas del mismo sector de negocio y con otros diferentes. Una situación que propicia nuevos proyectos y oportunidades.

5. Servicios y flexibilidad en la locación

Incluyen en una misma locación:

● Salas de reuniones.

Espacios para eventos y charlas.

● Lugares silenciosos y de descanso.

● Cocina y cafetería.

● Servicio de recepción.

Para los que necesitan expandir sus negocios o abrir sucursales en otras ciudades o países, muchas empresas del sector ofrecen espacios en zonas estratégicas. Lo mejor, es que disponen de espacios en distintos lugares del mundo para ofrecer.

“El coworking ayuda a mejorar la imagen de negocio de los freelancers y las startups, a aumentar la productividad, la libertad y la flexibilidad en términos de administración, costos y oportunidades.”

Coworking: ventajas vs oficinas tradicionales

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Conclusión

El crecimiento exponencial del coworking y del teletrabajo es un hecho en todo el mundo y representa una oportunidad de negocio. Especialmente para los operadores del mercado inmobiliario que quieren invertir en nuevos nichos.

Se trata de una modalidad que ha generado más de 150 millones de euros al año, solo en España. De esos ingresos, 82 millones corresponden al alquiler de puestos de trabajo; el resto a servicios de alquiler de despachos o salas de reuniones.

Finalmente, se estima que el crecimiento global de los espacios compartidos sea próximo al 89%. Esto representa una oportunidad de inversión con enormes posibilidades de éxito y consolidación.