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Los estados financieros, también conocidos como cuentas anuales, informes o estados contables, son parte esencial del manejo de una empresa. Estos registros escritos ayudan a determinar las fortalezas y debilidades económicas del negocio.
Analizar estos informes de una empresa es la mejor forma para evaluar su salud financiera. En ellos quedan plasmados todos los movimientos económicos que se realizan en un determinado periodo.
Estas cuentas anuales permiten a los inversores o dueños de propiedades horizontales determinar si tienen una entidad solvente o no. A continuación, veremos en qué consisten.
Los estados financieros son una relación detallada de cifras monetarias que muestran el funcionamiento económico de una empresa, negocio o copropiedad. Se presentan mediante un grupo de informes elaborados en un orden determinado.
El objetivo de estas cifras es informar a las personas interesadas el funcionamiento y la situación financiera actual. De esta manera, pueden ser la base para tomar decisiones efectivas sobre el futuro de la compañía.
También son un instrumento muy útil para mostrar a inversionistas, proveedores o entidades que deseen participar o tener relaciones comerciales.
Además, sirven para crear estrategias orientadas a lograr la evolución económica empresarial. Debido a su importancia, los estados financieros deben cumplir con estas indispensables características: confiabilidad, equidad y comprensibilidad.
“Los estados financieros son una presentación ordenada de cifras monetarias que detallan el funcionamiento económico de una empresa o copropiedad.”
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Cuando sea necesario elaborar los estados financieros los responsables deben saber el impacto que sobre estos tiene el entorno. Un ejemplo de esto, es la nueva realidad económica mundial producida por la pandemia del Covid-19.
En este sentido, los estados financieros deben tener en cuenta los siguientes aspectos para poder reflejar adecuadamente las consecuencias del entorno.
A consecuencia de la pandemia, algunas entidades pueden perder las condiciones que las clasifican en un grupo de convergencia específico. Además, ser trasladadas a un grupo distinto.
Es fundamental que, para realizar este traslado, cumplan con los requerimientos establecidos en el DUR 2420 de 2015 (artículos 1.1.1.5 y 1.1.2.4).
Para establecer su situación financiera real las empresas, negocios o copropiedades, pueden realizar ajustes en sus estimaciones contables. Estos incluyen vida útil de los activos y valor neto de realización, por mencionar algunos.
La situación económica actual, resultado de la pandemia, puede afectar el valor recuperable de los activos. En consecuencia, las pérdidas por deterioro deben ser contabilizadas.
“Las pérdidas por deterioro de los activos deben ser contabilizadas y reflejadas en los estados financieros ya que afectan su valor de recuperación.”
La disminución anormal de la producción puede obligar a las empresas a tener que trasladar parte de sus costos indirectos de fabricación.
Entonces, pueden registrarlos como gastos, de conformidad con lo establecido en el párrafo 13.9 del Estándar para Pymes.
Es posible contabilizar disminución en el superávit por revaluación o pérdidas en el estado de resultados. Esto como consecuencia del impacto del entorno en la devaluación del valor de algunos activos.
Mientras las entidades estén inactivas deberán continuar contabilizando la depreciación de sus activos.
De acuerdo con lo establecido en la NIIF 5, las entidades clasificadas en el grupo 1, deben medir los activos no corrientes conservados para la venta. Tienen que hacerlo según su valor neto de realización.
Es posible dar de baja de los estados financieros los anticipos a proveedores. Siempre y cuando no cumplan con la definición de activos.
Estas pueden ser contabilizadas como gastos en el estado de resultado. Además, inmediatamente se debe dar de baja en los estados financieros al activo.
Las entidades que hayan sido beneficiadas mediante subsidios del Gobierno como los provenientes del Paef o del PAP tienen que contabilizarlos. Deben hacerlo según los lineamientos de la NIC 20 y la sección 24 del Estándar para Pymes.
Es necesario contabilizar adecuadamente los equipamientos de bioseguridad como gastos, inventarios o elementos de la propiedad, planta y equipo. Además, es fundamental hacerlo según sus características y materialidad.
Algunas entidades tienen que dar de baja los impuestos diferidos por pérdidas fiscales o, en su defecto, abstenerse de contabilizarlos.
Algunas entidades deberán reconocer ingresos o gastos por diferencias cambiarias como consecuencia de la devaluación de la moneda nacional.
Para cubrir posibles incumplimientos contractuales es recomendable reconocer provisiones o revelar contingencias.
Es fundamental que las entidades evalúen si tienen indicios de no poder continuar operando a futuro. En dado caso, deberán aplicar el marco de información financiera para aquellas que no cumplen la hipótesis de negocio en marcha.
Finalmente, es muy recomendable utilizar un software contable que permita optimizar el proceso de elaboración de los estados financieros. Su implementación se traducirá en registrar ágil y fácilmente los 15 aspectos mencionados en este apartado.
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En Colombia todas las personas jurídicas están obligadas a llevar contabilidad o contabilidad simplificada para microempresas.
Además, según los artículos 32 y 33 de la Ley 675 de 2001, las propiedades horizontales legalmente constituidas son consideradas personas jurídicas. Sin embargo, son de naturaleza civil y sin ánimo de lucro.
En Colombia, los estados financieros básicos están definidos y establecidos en los artículos 20, 21 y 22 del decreto 2649 de 1993:
El balance general.
El estado de resultados.
El estado de cambios en el patrimonio.
El estado de cambios en la situación financiera, y
El estado de flujos de efectivo.
Con base en lo anterior, las propiedades horizontales deben registrar los libros de contabilidad ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). También, los libros de Actas de Asamblea ante la Cámara de Comercio.
Finalmente, los estados financieros siempre deben ser certificados. Esto aplica independientemente del tipo de actividad, de la entidad o su tamaño. En consecuencia, todos requieren la firma de un contador público para tal fin.
“En Colombia el Decreto 2649 de 1993, Título I, Capítulo IV, Sección I define y establece los estados financieros básicos y demás.”
Como se ha discutido en este artículo, los estados financieros son la base de la gestión financiera empresarial. Gracias a su análisis es posible determinar el camino a tomar para garantizar el crecimiento económico del negocio.
Al tener en cuenta los efectos del entorno para su elaboración, es posible administrar adecuadamente las decisiones financieras de la empresa. También, conocer el rendimiento, desarrollo y crecimiento, así como los factores que la afectan.
En Colombia, los estados financieros básicos y la contabilidad ampliada o simplificada para microempresas están establecidos en decretos. Debido a esto, la importancia de llevarlos adecuadamente con la labor de un Contador Público.
En general, los profesionales en la materia se apoyan en software especializados para realizar estas tareas de manera más efectiva y optimizada.
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